Estaba cantado. Y nunca mejor dicho. España ha vuelto a hacer el ridículo eurovisivo un año más, excluyendo la exitosa participación de Chiquiliquatre del año pasado, un éxito rotundo.
Anoche nuestro país volvió a registrar una de las peores puntuaciones en el Festival de Eurovisión gracias a Soraya, quien fue lanzada al concurso como quien dispara un garbanzo con tirachinas contra un coche de la Benemérita. Conseguimos la escalofriante cifra de 23 puntos otorgados por nuestros amigos de Andorra, Portugal, Suiza y Grecia, que nos dejaron en el penúltimo puesto. ¿Alguien da menos que Soraya? Nadie, por supuesto.
Severiano Dilatado, el corresponsal de Marujeo en eventos musicales internacionales, estuvo ayer en Moscú conteniendo la descomposición intestinal en la primera fila del espectáculo.
Sus declaraciones han sido breves y concisas con respecto a nuestra representante: “La tía no tiene ni puta idea de bailar, si no fuera por el efecto de la cámara, seria una hez fecal. La canción para Eurovisión no está mal, tiene ritmo, pero los que la rodean lo hacen mucho mejor que ella. La puesta en escena no me parece mala, pero ella es estática de cojones, no mueve las curvas”.
Desconocemos si finalmente salió al escenario sin bragas, como comentó hace un par de meses con el fin de rascar algún punto más, pero ni con esas ha conseguido endurecer las morcillas y ablandar las puntuaciones.
De lo que estamos seguros, es que si llevaba algo de ropa interior, la tuvo que terminar perdiendo después.
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